Salida hacia las iglesias llamadas «enclos parroissiaux » que se encuentran al sur de Morlaix. Son iglesias rodeadas por unos muros y con unos cruceros imponentes
Visitamos la de Saint Theogonnec y la Saint Guimillau, aunque existen más Estos dos pueblos están separados por apenas 15 km apenas hay gente merece mucho la pena esa visita.
Tras ver las dos iglesias ponemos rumbo a uno de los pueblos más bonitos de Bretaña. Locronan. Es un pueblo precioso y muy cuidado. Al ser temporada baja hay poca gente deambulando y la verdad es que el paseo se hace muy agradable
Considerado uno de los pueblos llamados con carácter propio o con personalidad, en el pasado estuvo especializado en el tejido de telas para velas. Los celtas eligieron este lugar para crear un recorrido sagrado jalonado de estaciones que simbolizan los meses del año. En el S XI San Ronan cristianizó el asentamiento y fundó la ciudad. De hecho su iglesia está dedicada a este Santo
Locronan ganó en riqueza y belleza a partir del S XIV, gracias al textil para velas. La fachadas de las casas de esta localidad permanecen fieles a esta época.
Alli existe una tienda especializada en un dulce típico de Bretaña llamado Kouign Amann. Esta hecho a base de azúcar y mantequilla. Y está delicioso 😋
En ruta de nuevo con rumbo a la Ponte du Raz. Se trata de una de las puntas de Bretaña que se adentran en el mar con un faro azotado por las olas en un paraje espectacular
Y desde allí nos dirigimos a la última etapa del día. Se trata de la encantadora ciudad de Quimper con su magnífica catedral de Saint Corentin, una joya del arte gótico bretón de los S XIII-XV. Y su barrio antiguo con sus casas con las vigas de madera o a colombaje como las llaman en Francia. Por primera en todo este roadtrip empieza a llover a final de día
Con lo que ponemos rumbo al Camping para pasar la noche